Creo que he llegado a un patrón en este blog donde voy
a alternar entre temas más prácticos y más filosóficos.
Hoy en el día de Pascua he comido al mediodía
solo pero no a solas, acompañado por la voz del difunto Terrence McKenna, en
vez de con voces de parientes que me provocan dolor, pena e incomodidad. Terrence
es para mí el pensador más importante del siglo XX. Es un hombre que resuena en
mí, que me inspira, y aunque no sea nada anglocéntrico, le recomendaría a
cualquier persona aprender el Ingles solo para el privilegio de escuchar sus horas
y horas de las charlas que nos ha dejado. La única mente a cual lo podría
comparar es quizás es el de Jodorowsky pero
Jodorowsky es más polivalente y no tiene el don de la palabra dan avanzada como
Terrence.
Voy a usar el día de Pascua, el día de la
resucitación, para desahogar un poco de frustración, y cultivar un poco de
esperanza, una esperanza de renacer más que resucitar. Lo haré con dos
entradas.
Primero la frustración…
Cuando hablo de cultura, hablo de un
viaje que hemos hecho desde que la agricultura sedentaria permitió las primeras
ciudades, un camino que se ha llamado capitalismo, monarquía, democracia,
economía, política, etc. etc. etc. bla bla bla; sistemas que contienen
dominación, violencia en manos de un estado (ejercito/policía), el empoderamiento del ego, la separación,
racionalismo dogmático, patriarcado, rendimientalismo, la consideración de la
naturaleza como un recurso más que un superser consciente y sagrado.
En Onda Vital estamos y creemos en un
proceso de cambio cultural, la misión no es cuestión de solamente cuidar de la
tierra para intentar salvar a la civilización y vivir de una forma más
sostenible. Nos tenemos que despojar de casi todo lo que hemos heredado, y lo
quiero decir más en el sentido de las presuposiciones, emociones, creencias,
costumbres y más que llevamos dentro que en el sentido de lo material que hemos
creado y nos rodea. Tenemos que despojarnos de una cultura que hace tiempo que
se ha vuelto estéril y muerto.
Ya es difícil ir contracorriente culturalmente
sin olvidarse de que además vivimos una cultura actual que ha infectado al
planeta. Entonces el cambio cultural lo vivimos con la dificultad añadida de un
mundo natural que está muriendo. Sabemos bien que el planeta esta muriendo y a
la vez vivimos como si no lo supiésemos. Estamos en un curso que nos dirige
directamente hacia un posible extinción o diezmo planetario de nuestra especie.
Somos los herederos de generaciones y
generaciones de ancestros que supieron sobrevivir con éxito, que se adaptaron
con éxito a varios cambios en el mundo natural. Actualmente hemos llegado a un
nivel de abundancia material jamás visto en la historia de la humanidad. Paradojamente,
el intento a garantizar, de una manera neurótica, comida (pero envenenado), y
comodidad absoluto en nuestros entornos habitados (con edificios exageradamente
hechos, materiales tóxicos, contaminación global, etc.) nos ha acercado a la
época más grande de extinciones jamás visto en la historia del planeta. La
conquista humana de fuerzas naturales nos ha llevado a la catástrofe natural.
Terrence McKenna, Americano de
parentesco Irlandés, teorizaba que la evolución ha salido del nivel genético y a
través de nosotros se ha alzado al nivel epigenético y así se ha acelerado. O
sea, siendo seres consciente con mentes maleables, podemos cambiar nuestras
costumbres y hacer con un nuevo aprendizaje una adaptación que otros animales
tardarían generaciones en hacer.
Esta evolución ocurre al nivel de memes.
Memes, que suena como genes a propósito, son conceptos básicos que sobreviven
cuando las personas los toman como ideas o creencias. Por ejemplo, yo no
celebro Pascua, “Pascua no es un día festivo” es un meme. La idea que Pascua es
un día de familia, un día que obliga a estar juntos es otro meme que compite
con la mía. Y sigue sobreviviendo dentro de los miembros de mi generación
aunque hayan dejado de participar en la Iglesia y creer en una trinidad Católica.
A mi hermano y a mi nos invitaron a
comer, el ha ido y yo no. Conllevo un meme que Pascua no es festivo. Y creo que
voy a abandonar las Navidades también.
Mi hermano y yo lo hemos dejado todo,
nos criamos en EEUU hasta los vente-y-pico, entonces desvincularnos de la influencia
de viejos amistades y de nuestros padres ha sido fácil, a la vez nos hemos
acercado a nuestros familiares Gallegos. Gallegos con un universo de memes que
no nos atraen mucho.
Sentir obligación por no ofender es
permitir que los que menos saben nos controlen, es mantener viva una cultura viva
que debe morir. Muchas de estas personas a quien no queremos ofender son de buenos
corazones, pero son prisioneros de ideologías bobas.
Dentro del mundo de la permacultura,
digamos, de personas que también creen en el cambio cultural, mi hermano y yo hemos
formado relaciones con amigos queridos de tal carácter, amor, generosidad,
inteligencia y optimismo que me arrodillan con una sensación de humildad y agradecimiento.
Tengo una suerte que pocos tienen de que esta gente me ame y piense en mi. Son
personas con almas que forman un alma colectiva de cual soy parte.
A la misma vez, mi hermano y yo así
pasamos demasiado tiempo en casa solo los dos, cuando varios podrían estar a
pasar tiempo para aprender y conectar con nosotros, una nueva cultura no surge
si no pasamos tiempo juntos. Y entiendo perfectamente que todos estamos en un
proceso personal de crecimiento y que cuesta romper hábitos y encontrar el
tiempo de estar unos días en la aldea. Veo queridos en procesos personales que sé
que tienen que trabajar. Personas como yo cuya sensibilidad les ha dado un
atisbo de uno mundo mejor posible y a la misma vez les ha dejado más vulnerable
a el daño que esta cultura nos está haciendo a todos. A la misma vez, para mí
la sanación se consigue mejor dedicando
algo de tiempo a hacerlo en un contexto de interacción con una comunidad de
personas y en un contexto te interacción y cultivación de árboles y del suelo.
Yo mismo he tenido que coger un tiempo en
el extranjero para mi para mejorar, y parte de lo que me di cuenta fue que
estoy muy bien en Galicia, en mi casa. Si conocéis al Alquimista de Paulo Coelho,
he vivido un proceso parecido, y en mi leyenda personal, lo que más significativo
tuvo fue la conexión que hice con varias personas, en especial una, que ahora tienen
planes de visitar desde sus varios
partes del mundo.
Entonces yo y mi hermano y Onda Vital le
damos la espalda a una cultura estéril y muerto, que lleva 10,000 años
destruyendo la vida sobre el planeta. Veo a amigos y queridos, que saben que el
mundo esta en gran peligro, perder el tiempo con obligaciones de personas
sumisas a una cultura de alma muerta que contagia muerte. Y si se ofenden que tú
no participes en esa cultura muerta, es su problema, si sienten la necesidad de
controlar a los demás, eso es un tema que ellos tienen que trabajar, no deberíamos
mimarlo.
No tengo derecho a decirle a alguien
como valorizar su tiempo, pero Gaya si, y Gaya dirá si esos momentos perdidos
en conversaciones y comidas incomodadas fueron momentos que si fuesen dedicados
a estar en comunidad con otros de mentalidad parecido formando un nuevo tejido social
o plantando árboles o creando o suelo hubiesen ayudado mejor a una transformación
positiva sobre este planeta.
Juntos sabemos el camino, tenemos las
herramientas, tenemos que empoderarnos, entrar en la luz, dejar una cultura
muerta y entrar de nuevo en mundo vivo, de alergia e imaginación.
En la próxima entrada, la segunda parte, el optimismo, el
renacimiento…