Suelos

Últimamente pienso mucho en los suelos. Esta primavera voy a empezar con técnicas para restaurar la ecología del suelo y asegurarme de que tengo un equilibrio completo de minerales. Años de arar y monocultivo han dejado al suelo agotado. El primer paso lo tomé el verano pasado cuando sembré mostaza, rábano de daikon, phacelia y sobre todo dejando crecer las "malas hierbas" que tienen el papel de ser el primer paso en la naturaleza para restaurar suelos removidos y bajos en nutrientes.

Luego usé ovejas y cabras para comerse lo todo en el otoño en rotación usando un pastor eléctrico para moverlos. Ha sido un primer paso y estos días puede ver una cantidad decente de lombrices en la tierra. Estarán comiendo los restos de planta y el abono que dejó el ganado. Pero aún me queda mucho para llegar a tener tierra negrita con ese olor fantástico y rico de suelo.

He estado profundizando mi entendimiento de los suelos y una cosa que nunca me contaron en ningún curso y que creo que no se transmite suficiente es la cuestión de entender la ecología y la bioquímica del suelo. Por ejemplo, hicimos un biofertilizante, vimos los ingredientes y los mezclamos. Uno de los ingredientes era polvo de basalto y solo nos dijeron que contenía minerales y que era bueno. Pues a mi me gustaría entender que efectos tienen esos minerales y como se incorporan a la tierra. 

Un ejemplo de lo que hablo. Según Steve Solomon, en su libro llamado The Intelligent Gardener, por muy ecológico que sea tu cultivo, si hay algún mineral en falta e intentas ser auto-suficiente en alimento, pueden resultar problemas de salud . Durante un par de años, Steve casi solo comía de su huerto ecológico y resultó que se le caían los dientes por falta de nutrientes vitales que su suelo no contenía. Su libro demuestra como añadir minerales a un suelo, no se pueden aplicar  caprichosamente, ni en exceso porque el suelo solo puede aguantar una cierta cantidad de minerales que se basa en su CIC, y la aplicación de un mineral puede desplazar a otro y hacerlo menos disponible para las plantas. Lo que quiero decir, es que se lía la cosa si no mides un poco lo que echas.

Otro ejemplo sobre como ajustar a el suelo es el contenido de materia orgánica. Un suelo sano típico puede contener un 5% de materia orgánica pero eso puede variar con el clima. En un clima como la mía con lluvias fuertes en invierno y una tierra muy arcillosa, quiero llegar a 10%, 15% o más por varios razones. Primero para que la tierra quede esponjosa y no se compacte como puede hacer la arcilla que es la que menos huecos deja para el aire cuando se compacta. Luego, si hay más materia orgánica hay más microorganismos que pueden aguantar minerales dentro sus cuerpos, así se pierden menos minerales con el drenaje de la lluvia. Finalmente, con más materia orgánica, el suelo aguantará y absorberá más agua, previniendo erosión y escorrentía  y reduciendo necesidad de irrigación.

Yo creo que un buen suelo puede producir una cantidad de comida y nutrición increíble. Las grandes civilizaciones han expandido a base de suelos fértiles, los han agotado  y luego han desmoronado con cosechas inferiores a los de antes. Hoy en día, la civilización se mantiene a flote a base del petróleo y la industria, que mantienen productivo a los campos, pero que pasaría sin ellos? Lo que quiero decir es que la nueva cultura que hay que crear, uno muchísimo más autosuficiente en comida local va a tener éxito a base de sus suelos.