Harina de Rocas

Según Jairo Restrepo y otros, las harinas de rocas pueden corregir la falta de minerales en suelos agotados.

Lo que ocurre es que puede ser complicado entender exactamente que minerales tienes en falta y cuales están contenidas en las harinas de rocas. Según mi entendimiento Un basalto y otro no tienen exactamente la misma proporción de minerales. Luego, según mi entendimiento de nuevo, si echas un montón de minerales, no es que todos estén disponibles para las plantas, o sea no se incorporan en el suelo sin más, la presencia de uno puede afectar y desplazar al otro, el exceso de uno puede provocar problemas. Y al final es la microbiología que hace asequible a los nutrientes para las plantas, las plantas por su cuenta no lo suelen hacer. Parece que una microbiología sana y potente, puede organizar el equilibrio mineral y asegurarse de que las plantas reciban lo que necesitan, o sea pueden comunicar minerales. Como se sabe lo que echar sin conocer los detalles bioquímicos del suelo?

Entonces le pregunté a Jairo como evitar un exceso desequilibrante de harinas de rocas y como se podría saber si tu suelo esta en falta de minerales. Me recomendó una aplicación unos 3-5 toneladas por hectárea en el primer año, 2-3 en el segundo y uno en el tercero. Como directriz me dijo que se deberían usar rocas de muchos colores diferentes, como en todo, la diversidad suele mantener equilibrio. También me dijo que una diversidad de plantas es un indicador de geodiversidad. O sea si dejas salir la hierbas que quieren salir, y ves mucha diversidad, probablemente también hay una buena diversidad de minerales. Así lo he entendido yo.


Esto todo esto lo digo como lego, lo explico según lo voy aprendiendo y descubriendo, pero me queda mucho para tener una comprensión profundo del tema.

Entonces fui con un amigo a la playa a coger rocas de colores distintos. Los lleve a casa y me puse a golpearles uno contra el otro, sus estallidos haciendo polvo a lo que era roca. Al acabar se quedo casi todo harina con unos cachitos de piedra que deje por cansancio de no poder golpear mas.

 
 

Decidí, como tampoco tenía tanto, en vez de esparcirlo aleatoriamente por los huertos, de usarlo en una mezcla para transplantes. O sea, tenía berenjenas, pimientos y tomates por plantar, unos 250 planteles en total y quería darles un buen comienzo. Entonces mezclé la harina de rocas con vermicompost, cenizas, algo de bokashi que me habían regalado, algas de mar y polvo de hongos micorrizas. Entonces en los huertos excave un agujerito para cada plantel, lo rellenaba de esta mezcla y plantaba dentro de el. Si en dos meses tengo pimientos, berenjenas y tomates sin plagas y con gran sabor, sabré que lo he hecho bien, sin tener que tener ninguna carrera ni ningún titulo!